Lo último en calzado sanitario

Cuando pensamos en la ropa laboral o de trabajo nos podemos hacer una idea sobre aquello a lo que se refiere. Principalmente uniformes que con solo verlos nos viene a la cabeza el nombre de una profesión, o si te digo blanco zapatos, ¿verdad? Son estándares tradicionales pero también pensados para la mayor seguridad y comodidad para las personas que desempeñan estos trabajos.

En el campo de la sanidad pensamos en las batas blancas de los médicos, azules o verdes cuando están en quirófano, y también en los gorros, pero… ¿qué hay de los pies?

Características de este tipo de calzado

Puede parecer poco importante, pero el calzado sanitario, los clásicos zuecos abiertos por detrás como zapatillas de andar por casa, pero últimamente también cerrados sin perder las reminiscencias y las características de siempre, es un calzado asimismo especializado y tiene su razón de ser.

Para empezar, tiene que ser una prenda cómoda, al fin y al cabo es para trabajar y se lleva durante muchas horas al día, por lo que debe tener un diseño anatómico o ergonómico para no provocar rozaduras ni molestias de ningún tipo.

Se busca también la flexibilidad, la transpirabilidad –de ahí esos pequeños agujeros que caracterizan la zona del empeine de los zuecos- y elementos relacionados con la seguridad del trabajador como las suelas antideslizantes y los materiales que eviten la acumulación de electricidad estática, como la piel de vacuno, habitual en este tipo de zapatos. No olvidemos que en hospitales y clínicas se trabaja en contacto con aparatos eléctricos y en zonas donde puede haber algo de vertido de líquidos.

Los hay de distintos tipos, calidades y materiales, algunos se ajustan con correas y otros funcionan como los zapatos normales y debe encontrarse la forma y la talla adecuadas al pie de la persona que los va a utilizar, incluso hay modelos que incorporan plantilla para distribuir mejor la presión por toda la planta del pie y otros que no la llevan pero permiten la opción de añadirla. El calzado sanitario no es un tipo de producto estancado, hay mucho donde elegir y se innova constantemente, así que hay zapatos y zuecos para todos los gustos.

Es un tipo de calzado que encontramos en los pies de todos los trabajadores del sector sanitario, no solo en médicos y enfermeros, sino también en auxiliares, celadores, empleados de residencias para la tercera edad, farmacéuticos e incluso veterinarios, y es que la sanidad no es una cuestión exclusivamente humana. De hecho, estos zapatos y zuecos que asociamos con el sector de la sanidad se pueden ver también, y desde hace muchos años, en profesoras de colegio o personal de peluquería.

Siendo estas profesiones tan importantes para la sociedad no es extraño que los distintos fabricantes dediquen muchos recursos a la investigación con el objetivo de ir mejorando sus productos para aumentar la seguridad y la comodidad de quienes utilizan este calzado, manteniendo aquello que siempre ha funcionado pero sin perder la capacidad de innovar en materiales e incluso añadir diseños más modernos, que rompan con la tradición.